El actor Andrés García ha llegado a los 80 años y, aunque durante décadas fue uno de los galanes de telenovelas más admirados por las señoras, en la actualidad está retirado del mundo de la televisión. Roberto Palazuelos, uno de sus amigos más cercanos, comentó recientemente que el actor estaba atravesando apuros económicos y que vendería algunas de sus propiedades. Pero parece que el artista ha encontrado otra manera de aprovechar su fama y abrió perfiles en todas las redes sociales para compartir contenido con sus fans. En sus videos, Andrés García habla de su larga carrera, pero lo interesante es que comparte anécdotas bastante personales, incluyendo temas escandalosos. Incluso abrió una cuenta en una conocida plataforma de contenido para adultos para poder hablar sin tapujos. “Quiero aprovechar para comentarles que este perfil no es para compartir contenido para adultos, es para poder contestar todas sus preguntas sin que nadie me censure, ya que
YouTube y Facebook me limitan en cuanto a los temas que puedo tratar”, escribió el actor. Luego enumeró las preguntas que le han hecho y que él se encarga de responder “sin pelitos en la lengua”. Además, envía saludos por video y por mensaje privado, así que el actor se está divirtiendo un montón, aunque hay algunos que se pasan de la raya. Por ejemplo, un usuario de Instagram le preguntó cuántas “bombitas” ha explotado y si todavía está usando una, a lo que Andrés García respondió con total desparpajo: “3 y todavía tengo una. Soy el único que ha usado tantas. en el programa “Una tarde con Palazuelos” hablo sobre eso”. Su carisma y cercanía son celebrados por sus seguidoras. “¡Qué bello es usted señor Andrés! Siempre he admirado su sensualidad, varonilidad y belleza de hombre”, escribió una. Mientras que otra agregó: “Hermoso hombre. Los años le hacen los mandados, Dios lo bendiga”. Pero además de su divertido perfil, el artista ha tenido que lidiar con temas muy incómodos, como el libro de la periodista Anabel Hernández en el que se le vincula a grupos criminales, conexión que él negó.