Después de la buena acogida que tuvo la serie dedicada al grupo Bronco, de la que se transmitió su último capítulo en diciembre, Lupe Esparza, vocalista de esa banda de música regional mexicana, reveló que no vio ninguno de los episodios porque no le gusta recordar el pasado. “La serie ya terminó, estamos muy contentos porque fue bien recibida por nuestra gente. Te confieso que yo no la vi, no quise volver a llorar, lloré cuando me pasaron los escritos para autorizarlos, con eso tuve, por eso no la vi”, dijo a un grupo de periodistas. Con respecto a la demanda que el integrante Ramiro Delgado entabló contra él y Bronco para reclamar regalías económicas por la marca, los discos y la serie, el intérprete de “El Sheriff de Chocolate” fue contundente en su respuesta. Dejó entrever que están a la espera de lo que decidan las autoridades y el dolor que causaron las declaraciones de quien fuera miembro de la agrupación. “Nosotros estamos esperando acatamientos, ordenes, nada más. Eso está parado hasta que se resuelva y nunca hemos agarrado un peso que no nos corresponda. No está en nuestras manos, los abogados están arreglando eso. Él (Ramiro) ya no habla de eso, antes hablaba mucho” dijo. Esparza aseguró que le desea a Delgado “que esté muy bien, sobre todo de su salud” y dijo que están bien, ya que incluso están trabajando con su hijo, Ramiro Jr. El teclista supuestamente abandonó el grupo por su estado de salud, pero el vocalista opinó que no lo hizo de la manera adecuada. “Yo no puedo ser un delincuente, un maltratador y un ratero. Eso sí que me dolió muchísimo de alguien a quien siempre protegí”, sentenció. El intérprete de “Sergio el bailador” fue enfático en asegurar que siempre hubo equidad en ganancias para la agrupación y aunque le desea lo mejor a su excompañero, y quien también es su compadre, Esparza aseguró que la posibilidad de reunirse en el escenario es nula. “Cuando éramos Bronco, los originales, había gente que me decía ‘Lupe, tú tienes que ganar más porque tú cantas, bailas, llevas la Virgen, asustas a los niños y ganas exactamente los mismo que ganan los demás’. Yo les respondía que así lo quería porque es la única manera de que los grupos subsistan, siendo iguales. Nosotros rompimos récords de unión, por más de 25 años”, destacó.