Jacqie Rivera, la segunda hija de Jenni Rivera, asume el liderazgo de las dos empresas que dejó la artista: Jenni Rivera Enterprises, LLC y Jenni Rivera Fashion LLC, remplazando a su tía Rosie Rivera, quien tuvo la responsabilidad de los negocios desde la muerte de la “Diva de la Banda” en 2012. En un comunicado Jacqie dijo estar “emocionada de asumir el puesto de directora ejecutiva de estas dos empresas para preservar el legado y la reputación (al igual hacer crecer) de estos dos negocios que mi madre dejó en manos de mi tía Rosie y ahora a mí”. La transición no fue fácil. Hubo reportes que indicaron que los hijos de Jenni estaban inconformes o descontentos con la transferencia de poder, sin embargo, la propia Jacqie desmintió los rumores sobre malos manejos por parte de Rosie. En el proceso se realizó una auditoria que “no encontró ningún delito, apropiación indebida o robo de fondos fiduciarios por parte de Rosie, actuando como fideicomisaria”, indicó. “Los beneficiarios y yo le deseamos a nuestra tía Rosie la mejor de las suertes en todos sus nuevos esfuerzos y esperamos que nuestros esfuerzos en el futuro hagan que tanto ella como nuestra madre se sientan orgullosas de nosotros”. Por su parte Rosie Rivera, hermana de Jenni, expresó el mayor apoyo a Jacqie al iniciar este nuevo capítulo. “Doy gracias a Dios y a mi hermana por confiarme su legado. Ha sido un privilegio y un honor. Mi hermana vale el peso de estos últimos 9 años y más, pero estoy feliz de pasar la batuta. Continuaré orando por Jacqie mientras asume este papel y animando a mi hermana y mis sobrinos” . Cabe señalar que los últimos reportes indican que Chiquis Rivera fue excluida del testamento por las sospechas de una presunta infidelidad con Esteban Loaiza, esposo en aquel entonces de Jenni.
El 9 de diciembre del 2012, un accidente aéreo provocó la repentina muerte de la cantante mexico-americana, Jenni Rivera, a los 43 años. Cuando su avión se desplomó en la Sierra Madre Oriental, en el municipio de Iturbide, en Nuevo León, la población de México y parte de los Estados Unidos se conmocionó. Luego de ese suceso la fortuna de la cantante, estimada en aproximadamente $25 millones de dólares, pasó a manos de su hermana Rosie Rivera, quien en tan sólo unos años hizo que esa cantidad se incrementara hasta los $300 millones. Tras su muerte, Jenni produjo ingresos póstumos por venta de discos y de su autobiografía. Según Forbes, entre junio de 2012 y junio de 2013, sus empresas generaron unos $7 millones de dólares. También se supo que en solo un año vendió 880,000 discos, casi los mismos que durante toda su vida como cantante. Más allá de su faceta como cantante, con los años Rivera construyó un emporio empresarial que abarcaba desde productos de belleza hasta comida.